SO GOOD!
lunes, 1 de abril de 2013
no tengo ninguna razón por la que pribarme de algún acto o circunstancia. Siempre lo he hecho, siempre he sido las de la opinión "dejarse llevar es lo mejor" "vive el presente". No es tan sencillo hay un temor permanente a fallar a aquella persona que jamas te ha dejado claro que realmente puede ocurrir algo, simplemente vives, vivo, de esa fantasía año tras año, que si, que quizás deba pasar página, avanzar, comenzar nuevos caminos, lo se es algo que me planteo día tras día.
domingo, 17 de febrero de 2013
Después de mirarte al espejo y haberte encontrado, realmente te das cuenta de que el sol te acaba quemando y el alcohol no cura todas las heridas. Que los besos no se piden, ni se guardan, ni se esperan; que los abrazos son más bonitos cuando de verdad los necesitas. Aprenderás a valorar lo que tienes porque nunca se sabe si tendrás algo mejor y tal vez, cuando sientas que nadie te quiere, habrá alguien que te quiera como a nadie. Descubrirás que el tiempo es muy valioso, que no se puede retroceder y que siempre se debe mirar hacia delante, para no tropezar. Que los tequieros no son algo que puedas arrancar de una margarita. Por tanto, debes cultivar tu propio jardín en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces, te darás cuenta de que el verdadero reflejo es el del alma y no esa simple imagen que ves en el espejo.
jueves, 10 de enero de 2013
27 de enero
Podría decirse que todas las veces fueron una sola aunque nadie se atreva a creerlo. Apreciar lo que tienes. Pronunciarlo.
Es lo justo, la diferencia entre la evolución de los caprichos de la calma o la imposibilidad de concebirla los días impares del año. Luego los pares. Luego ella
Y aprendes a olvidar.
Haces lo que puedes por parecer seca e inexpresiva.
Olvidar.
Es un verbo jodido, repites mientras rezas a alguien que te gustaría saber cómo se encuentra. Rezas por olvidar.
Sonríes. Dudas, pero sonríes. Es fácil caminar así aunque en algún callejón cerca de la casa, al lado de la pared empezaste a llorar. Caminas. Es fácil llorar así.
Intentas, avanzar.
Es lo justo, la diferencia entre la evolución de los caprichos de la calma o la imposibilidad de concebirla los días impares del año. Luego los pares. Luego ella
Y aprendes a olvidar.
Haces lo que puedes por parecer seca e inexpresiva.
Olvidar.
Es un verbo jodido, repites mientras rezas a alguien que te gustaría saber cómo se encuentra. Rezas por olvidar.
Sonríes. Dudas, pero sonríes. Es fácil caminar así aunque en algún callejón cerca de la casa, al lado de la pared empezaste a llorar. Caminas. Es fácil llorar así.
Intentas, avanzar.
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