miércoles, 30 de noviembre de 2011

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Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que quieres en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y aceptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar. No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a nadie, aceptate ahora o seguirás justificandote como un niño.
Recuerda que, cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado asi como la de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quiene no acepta situaciones, de quién vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos, morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser mas grande que el mas grande de los obstáculos mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino. Levantate mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tu eres parte de la fuerza, de tu vida, ahora despiertate lucha, camina, decidete, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

lunes, 28 de noviembre de 2011

bienvenido.



No soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad no llego al metro setenta, aunque con tacones altos los sobrepaso. Soy incapaz de estar quieta hablo demasiado y me enfado muy deprisa aunque se me pasa muy rápido. Soy a veces borde y un poco antipática, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto hacerte reír. Escribo frases en los márgenes de los periódicos y nunca me acuerdo de llamar el día siguiente. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces . Soy impredecible vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te darás cuenta con el tiempo de que, soy algo caprichosa, canto en la ducha y escribo tu nombre en la arena todas y cada una de las veces que voy a la playa. No te prometo que nos vaya bien, pero pondré todo de mi parte para que esto funcione.