viernes, 9 de marzo de 2012



A veces piensa que ella es fuerte, a veces piensa que se ha ido, más allá del punto de cualquier cosa que sientes en absoluto. A veces está segura de que es una locura, a veces siente que tal vez la única manera de sobrevivir es mantenerse enfadada. Y eso funciona bien la mayor parte del tiempo, pero siempre existen algunas cosas que la hacen llorar. No derramó muchas lágrima cuando ella  la dejó aquí, un 27 de de Enero de este año. Ella dijo que estaría muy bien, pero tal vez le mintió, porque ciertas cosas, hacen llorar. Al igual que la cebolla, al igual que tío Rober dormido en el sofá marrón de la casa del pueblo, al igual que mis despedidas con Gemma, y las luces de la carretera. Sí, algunas cosas me hacen llorar.